La palabra crédito es usada muchas veces como sinónimo de préstamo, por ejemplo se dice crédito rápido cuando se quiere conseguir dinero prestado en menos de 24 horas. Pero ambos términos no son exactamente lo mismo, por ello vamos a desvelar las diferencias que existen el crédito y el préstamo. Cuando hablamos de crédito la entidad financiera pone a disposición del cliente una cantidad de dinero en una cuenta, que puede usar o no. Normalmente a esta cantidad de dinero se puede acceder a través de una tarjeta de crédito y ese dinero hay que devolverlo igual que en el caso de un préstamo personal, siguiendo las normas del contrato que hemos firmado.

La diferencia esencial entre el crédito y el préstamo, es que en el segundo caso se otorga una cantidad fija de dinero que se le entrega directamente a la persona y que a partir de ese momento pasa a deber a la entidad financiera. En cambio cuando se otorga un crédito, la persona no recibe directamente dinero. Si lo desea puede dejar el crédito intacto, o gastarlo de forma respetda. Mientras no gaste un euro de crédito no se le cobrará ninguna comisión. Por ello el préstamo se suele asociar a la compra de objetos o servicios de valor, como por ejemplo un coche, un instrumento musical, un master o un viaje en crucero por el Mediterráneo.

Otra diferencia es que el préstamo personal suele ser un producto a medio o largo plazo y las cuotas para devolverlo suelen estar fijadas de forma mensual, trimestral o semestral. Se suelen conceder a particulares, por lo que requieren un aval, y no admiten renovación.