Los famosos y detestados a la vez como ficheros de morosos se definen popularmente como una serie de registros que recogen los datos de personas (físicas) o empresas (jurídicas) que deben o han dejado de pagar una serie de cobros derivados de terceros, es decir, a todas aquellas empresas que pertenecen a estas determinadas asociaciones de morosidad.

Por norma general, los ficheros de morosos se utilizan por parte de los bancos, financieras o cajas de ahorro entre otras, para poder dilucidar y esclarecer la situación económica de un cliente. Consultandolos pueden saber si un particular o empresa tiene algún impago por realizar o no tiene una solvencia económica óptima. Si es así dichas empresas de crédito o sociedades, se lo pensarán dos veces antes de concederte el préstamo o financiación deseada

¿Cuántos ficheros de morosos hay en España?

ASNEF – Equifax: Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito.

Sin lugar a dudas, este, es el fichero de morosos más empleado a nivel nacional, de carácter principalmente particular, nacido en el año 1957 y sin un mínimo económico establecido de registro, ASNEF, es una asociación, la cual, tiene la responsabilidad de avisar a todos aquellos deudores, ofreciendo la posibilidad de solventar el impago en un plazo de 30 días. Si el pago es realizado, la asociación en cuestión debe de excluirte en un máximo de 10 días; en caso contrario, es decir, si el pago no queda satisfecho en ese periodo de tiempo, ASNEF, puede dejar que tu registro quede vinculado a la asociación por un tiempo establecido en 6 años.

Por norma general, las personas que están registradas en este fichero son consecuencias del impago de determinadas facturas (luz, gas, agua, móvil…) o por clausulas económicas que son consideradas como abusivas e incorrectas por la persona o empresa deudora.

En resumen; estar registrado en ASNEF tampoco se puede definir como ser un cliente moroso, puesto que esta asociación, no hace distinción entre los impagos legalmente justificados y erróneos o los que si.

RAI: Registro de Aceptaciones Impagadas. Gestionado por el CCI (Centro de Cooperación Interbanca)

El RAI es un fichero de morosidad vinculado unicamente a personas jurídicas, es decir, contiene la información de impagos y situación financiera negativa sobre sociedades con un valor mínimo de 300 euros, consecuencia de documentos en los que consta la firma del deudor y el reconocimiento legal de la deuda, todo ello, derivado de efectos aceptados y debidos a su vencimiento, ya sean, cheques de cuenta corriente, pagarés cambiarios o letras aceptadas.

El plazo de permanencia en el registro de aceptaciones impagadas es de 30 meses.

Si lo que deseas es darte de baja en la base de datos de RAI, lo primero que tienes que hacer es pagar la deuda o rescatar los efectos impagados que motivaron tu publicación en el registro de morosidad. Una vez satisfecha dicha situación, podrás darte de baja a través de tu entidad bancaria o por cuenta propia a través del propio RAI, presentando en ambos casos, la documentación original que te libera del cargo (justificante de pago, cheque, pagarés…) y las copias básicas de requerimiento de baja, es decir, el CIF del acreedor y empresa, copia del DNI, los poderes ostentados y un escrito solicitando la baja en cuestión.

BADEXCUG: Experiam Bureau de crédito.

Badexcug esta considerado como un fichero de morosos gestionado por la compañía arriba mencionada, en la cual, se registran a todas aquellas personas que por el motivo que fuere tienen un impago a realizar y son consideradas como morosos. Todas aquellas empresas, ya sean entidades bancarias, cajas de ahorros, cooperativas de crédito, aseguradoras en general o cualquier sociedad que pueda prestar financiación o el sistema común de pago aplazado, tendrá la potestad de constatar y confirmar la solvencia del cliente previa aceptación del supuesto préstamo solicitado. No obstante, hay que tener en cuenta que tan solo las compañías o entidades pertenecientes o que aportan información de deudas al fichero, podrán consultar la posible insolvencia del cliente.

En definitiva, esta base de datos aúna y almacena tu solvencia financiera, es decir, si pagas de manera puntual o te va por los cerros de Úbeda a la hora de gestionar tus impagos; así pues, cuanto más alejado estés de este registro de morosidad, mejor, puesto que si no, las entidades de financiación te responderán con un claro no a tu petición.

FIM: Fichero de Inquilinos Morosos

El FIM fue el primer fichero o registro de morosos realizado en España, el cual, está inscrito en la protección de datos de la Agencia Española. De manera generalizada, este fichero sirve para que el propietario de una vivienda, pueda informarse de si la persona a la que va alquilar el inmueble, tiene alguna deuda pendiente dentro de este ámbito, es decir, otros alquileres que afecten a un posible pago del mismo. Gracias a la unión informatizada de propietarios, arrendadores y profesionales de la materia, se puede advertir de los impagos, desahucios y sentencias de carácter judicial a los demás arrendantes, antes de incurrir en la firma de un alquiler.

No obstante, para poder visualizar este contenido, el proceso es simple pero lleva consigo un coste de 9,95 euros por consulta, la cual, podrás realizar a través de www.fimiberica.com.

CIRBE:

Este fichero de morosidad está gestionado por el Banco de España, y posiblemente sea el más completo de los que cuenta el territorio nacional, no obstante y a pesar de que a nivel estricto no es considerado como un archivo o registro de morosidad al uso, si se basa en los datos referentes a prestamos y créditos que las entidades tienen con sus respectivos clientes, eso si, todo ello, por importes superiores a los 6000 euros; es decir, las entidades podrán saber la posición financiera de un cliente y la capacidad de endeudamiento e insolvencia que puede generar para devolver el importe económico prestado.

Ya sabes cuantos ficheros de morosos hay en España; ahora bien, bajo mi recomendación, mantente alejado de cualquiera de estas asociaciones de morosidad, para con ello, facilitar una posible y necesaria financiación, préstamo o alquiler que necesites en un futuro.