En el transporte como en la mayor parte de asuntos cotidianos hay que ahorrar con cabeza, no sea que por no gastar cuatro duros mañana los gastos sean mayores. Por ello cada uno de los 10 consejos que te doy tienes que valorar si te sirve.

1. Ir a pie a los sitios cercanos.

Andar un poco todos los días es la forma más barata de moverte, te sirve para hacer ejercicio e incluso te diría que es sano para el psiquismo. Recuerdo que en mi pueblo había un chico de mi edad que para ir a casa de la novia cogía el coche, cuando esta estaba a 10 minutos a pie. Casi siempre tardaba más en aparcar el coche que esos 10 minutos, pero era su rutina y no la cambio hasta que pasaron a vivir juntos. ¿A qué sitios cercanos puedes ir andando? El trabajo, mercado, tiendas, casa de amigos, familiares… si el sitio está tan cerca que no merece coger el transporte público (a 2 paradas de distancia), tampoco tiene demasiado sentido que cojas un vehículo.

 

2. La bicicleta, una alternativa para ir a trabajar.

Otra opción para realizar trayectos cercanos es la bicicleta y existen muchas opciones diferentes. Es mucho más rápido que ir a pie y una vez amortizas el gasto de la compra de la bicicleta es más económico que ir a trabajar a pie, porque el mantenimiento que tienes que hacerle a la bicicleta es mínimo. Lo más importante para tomar la decisión de comprar la bicicleta es que te sientas seguro moviéndote por tu ciudad. Si existe un red de carril bici revisa que trayectos puedes hacer.

 

3. Haz números.

Antes de tomar decisiones sobre el uso del coche privado o el transporte público, haz tus cálculos del coste que tiene la alternativa. Si quieres ser purista puedes calcular también el coste que tiene hacer el trayecto diario al trabajo andando, contando el desgaste de los zapatos, que es el único coste que tiene este medio de transporte. El Curredor ya ha echo sus cálculos y lo que saca en claro es que para él lo más barato es ir a pie, aunque para un plan de varios años entonces lo más económico sería la bicicleta.

 

4. Elige bien dónde vives.

Valorar el sitio donde vas a dormir a nivel de transporte es importante, sobre todo si te cambias de vivienda por motivos laborales. Para mi los dos factores primordiales es que el lugar tenga buenas vías de comunicación y que esté cerca del trabajo.

 

5. Utiliza abonos de 10 viajes.

Si realizas uno uso ocasional del transporte público (autobús o Metro) lo mejor es comprar abonos de 10 trayectos (o similares). Siempre son mucho más baratos que los billetes individuales y no caducan. Ahorras dinero y tiempo, porque no tendrás que sacar el billete cada vez que entras en el metro.

Lo habitual es que duren un año, o hasta el próximo cambio de tarifas, así que es sencillo que los puedas gastar entero. No obstante existen excepciones, el bonotrén de Cercanías de Madrid caduca a los 30 días, así que debes de pensar si vas a gastar esos 10 trayectos en 4 semanas. En el peor de los casos, antes de que caduquen los puedes regalar porque son billetes que no van a nombre de ninguna persona. Como ejemplo de abono, están las tarjetas de Metro T10 de Barcelona, cuestan un 50% del precio que hacer 10 viajes en billetes sencillos.

 

6. Gana tiempo en el transporte público.

Para trayectos cortos no tiene sentido coger el transporte útil si puedes moverte en bicicleta o a pie, porque perderás varios minutos esperando en la estación a la llegada del siguiente Autobús o tren. En cambio para trayectos que duran 30 minutos o más es ideal, porque puedes emplear el tiempo que estarías conduciendo en tu coche para hacer tareas sencillas: desde leer una novela, a repasar tu correo, corregir exámenes o planificar el trabajo para el día siguiente… Además de tiempo el transporte público es más barato que ir al trabajo en tu coche sólo.

 

7. Usa abonos mensuales para trayectos repetitivos.

Casi todas las grandes ciudades tienen un sistema de abono mensual que te permite moverte con su red de transporte públicos, normalmente Metro más cercanía, pero puede incluir también el tranvía (por ejemplo en Valencia). El abono anual puede ser más barato, si lo usas durante los 12 meses del año, pero muchas veces hay mese que usamos poco el transporte por motivos diversos: vacaciones, cambio de trabajo, época de examanes en al universidad. Si tienes el bono mensual esos meses no tienes porque pagar nada, o sólo usar un tiquet de 10 viajes.

Los bonos mensuales se asignan normalmente a una zona de la ciudad, pero si alguna vez quieres ir más lejos, puedes pedir que te hagan un billete de ampliación de zona, que será más barato que comprar el billete entero.

 

 

8. El taxi es caro, pero es mucho más caro mantener un vehículo todo el año.

El taxi es una forma de transporte cara, pero tampoco debes de descartarla para usos puntuales en los que necesitas un transporte rápido para hacer un trayecto concreto desde la puerta de casa o el trabajo, porque mantener un coche para hacer un uso esporádico puede ser más caro.

 

9. Compartir coche.

Otra forma efectiva de que te cuesten menos los trayectos a tu puesto de trabajo, o los viajes de fin de semana de una ciudad a otra es usar servicios como el de Blablacar t similares. Para ir a trabajar lo más sencillo es que hables con tus compañeros de trabajo que vivan en la misma zona para organizarse e ir juntos en el coche de uno.

 

10. Alquila tu coche.

Si ya tienes coche y lo usas poco, o sólo durante los fines de semana, hay servicios P2P de préstamos de vehículos entre particulares. Igual puedes ganar un dinero extra, que te ayudará a compensar una parte de los gastos que supone el transporte.